En esta biografía corta hablaremos de Antoine Lavoisier quien fue un químico, biólogo francés que hizo significativos aportes científicos en el campo de la química. Entre sus más destacados estudios están la oxidación de los cuerpos, descubrió la composición del agua y nombró a sus componentes oxígeno e hidrógeno. Se ganó el calificativo de “padre de la química” por haber hecho de la química una ciencia.
Vida temprana
Antoine – Laurent Lavoisier nace en París el 26 de agosto de 1743, provenía de una familia de cierto estatus social. En 1754 inició sus estudios en ciencias Naturales en el Colegio de las Cuatro Naciones, y en 1764 Lavoisier culminó sus estudios de derecho porque ese era el deseo de su padre. Sin embargo, su inclinación estuvo siempre hacia la investigación científica. Fue actor importante en la revolución científica. Y en 1765 fue elegido miembro de la academia de la ciencia. Obtuvo el mejor laboratorio de su tiempo. Sitio de reuniones de científicos franceses o de famosos que venían de visita al país, como Benjamin Franklin. En la actualidad el laboratorio se halla en el Museo Nacional de la Técnica de París.
Educación
Antoine-Laurent de Lavoisier tuvo una excelente educación en el Collège Mazarino, allí aprendió buenos fundamentos en materia científica, además de una consistente formación humanística. Lavoisier se inscribió después en la facultad de derecho de París, y en 1764 se graduó. También hizo cursos de astronomía y matemáticas de Nicolas Louis de Lacaille y estudios de química y botánica de Guillaume François Rouelle y Bernard de Jussieu.
Obtuvo en 1766 la medalla de oro de la Academia de Ciencias francesa por un trabajo de investigación sobre la mejor técnica para un alumbrado público en poblaciones grandes. Para llevar a cabo este ensayo estuvo por semanas aislado en la oscuridad para hacer perceptivas sus pupilas a las más pequeñas diferencias de intensidad de diversos orígenes de la luz. En 1768 mostró una sucesión de capítulos sobre estudios de muestras de agua, lo cual le permitió la admisión en la Academia de Ciencias.
Familia
Se casó en 1771 con Marie Paulze, quien fue también su más vehemente socia, al punto que tradujo al inglés los trabajos escritos por Lavoisier. Marie, fue hija de un asociado de la Ferme générale, corporación apoderada del recaudo de impuestos del Reino de Francia en el siglo XVII. La dote del matrimonio le permitió edificar un laboratorio totalmente equipado. Aunque el casamiento fue por beneficio económico, tuvieron una relación bastante bien durante los primeros años. No obstante, tiempo después, el descomunal trabajo de Lavoisier hizo que su joven esposa se fijara en otro.
Esta excéntrica pareja no tuvo hijos, entre otras cosas porque Marie se ocupaba de ayudar a su esposo en todo momento. Ella fue pilar fundamental en el progreso de sus trabajos científicos, pero como era de esperarse para la época, vivió a la sombra sin honores ni gloria.
Principales aportaciones
Sus erudiciones y hallazgos fueron:
- La oxidación de los cuerpos
- El fenómeno de la respiración animal
- El estudio del aire
- La teoría calórica
- La combustión
- La ley de conservación de la masa o ley Lomonósov Lavoisier.
Aclaró que en una reacción química, la cantidad de materia es la misma al terminar y comenzar la reacción. También indagó sobre la composición del agua calificando a sus componentes como oxígeno e hidrógeno.
Mucho de sus ensayos exploraron la naturaleza de la combustión, explicando que es un proceso en el que se origina la mezcla de una sustancia con oxígeno. Asimismo señaló el rol del oxígeno en la respiración de los animales y las plantas. Otro gran aporte de este científico fue hecho (1787) junto al químico francés Claude Louis Berthollet y otros, donde creó una nomenclatura química, o sistema de nombres, que ha sido la base para el actual sistema.
Descubrimientos de mayor impacto
En cuanto a la combustión, Lavoisier constituyó que todos los fenómenos frecuentes de ignición radican en la mezcla del oxígeno atmosférico con la sustancia inflamable, aun cuando esta se incendia, ya sea papel, madera, carbón, como si se descompone, naturalmente, da como resultado óxido, tal como ocurre en condiciones normales con los metales.
El ilustre Lavoisier centró su atención en el hecho de que cuando se calientan el azufre o el fósforo, ocupan peso por atraer oxígeno, hecho que no ocurre con el plomo metálico formado tras quemar el plomo mineral, pues este pierde peso por haber perdido oxígeno. Entonces, al incendiar, el carbón va reduciendo gradualmente porque el carbono encerrado en el mineral se mezcla con el oxígeno del aire, y así se forma un nuevo gas, óxido de carbono.
Por otro lado, en la combustión del estaño, el metal gana peso, puesto que se combina con el oxígeno atmosférico, obteniéndose así el óxido de estaño.
Refuta la teoría del flogisto
Lavoisier rechazaba contundentemente la teoría del flogisto, que aludía a la existencia de una sustancia invisible que provocaba la combustión en todas las cosas materiales. Incluso Joseph Priestley estaba de acuerdo con Lavoisier cuando decía que, el flogisto ni ninguna otra sustancia dudosa se desprendían o se obtenían en las técnicas de ignición de las sustancias.
En 1786 el químico francés publica una espléndida impugnación de dicha teoría, que alcanzó convencer a gran parte de la sociedad científica del momento, específicamente en Francia. Pero por dominio de las preocupaciones nacionales, la contribución de Lavoisier no fue al comienzo bien recibida en Alemania, lugar donde surgió la teoría del flogisto, ni en Inglaterra y otros países, pero finalmente se impuso inclusive en Alemania, gracias al trabajo de Martin Klaproth.
Nomenclatura química
El método de nomenclatura química fracciona las sustancias en elementos y compuestos, en este procedimiento se le hace continuidad a un concepto creado por Robert Boyle. De modo que, entre la selección de elementos se encuentran el oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno, la denominación de estos la hace Lavoisier, además de introducir el concepto de que estos actúan en la composición del aire y del agua. En la antigüedad y hasta la fecha en que Lavoisier intervino se creía que el agua y el aire eran sustancias simples. Así pues, también clasificó en la lista de elementos el azufre, el fósforo y los metales, contradiciendo lo que instauraba la teoría del flogisto, donde los ácidos fosfórico y sulfúrico, y muchos otros óxidos metálicos, que fueron considerados simples, permanecieron concluyentemente catalogados como compuestos.
Sus colaboradores contribuyeron significativamente en su proyecto de nomenclatura química, así es como fragmentaron los compuestos en dos grandes géneros, binarios y ternarios.
Conservación de la materia
El esparcimiento de la doctrina amparada por Antoine Lavoisier se benefició con la publicación en 1789 de su obra Tratado elemental de química. Cabe resaltar de este libro, la enunciación de un primer manifiesto de la ley de la conservación de la materia, un texto redactado haciendo uso de los más claros y contundentes principios lógicos, fue considerablemente divulgado por medio de cuantiosas ediciones y traducciones. Este Tratado se considera el texto institucional de la química moderna. También en 1789 Lavoisier con otros científicos, creó los Annales de Chimie (Anales de Química), un texto descriptivo consagrado a la nueva química.
Últimos años y muerte
Cuando la revolución francesa detonó en 1789, Lavoisier ocupaba su tiempo en la recaudación de impuestos. En 1793 fue arrestado aun cuando muchos de sus amigos y colaboradores científicos quisieron protegerlo. Con cincuenta y tres años de edad, un 8 de mayo de 1794, estando en su mejor momento a nivel intelectual, lo enjuiciaron y lo sentenciaron a muerte.
Entre las anécdotas que se cuentan sobre el día de su ejecución está aquella donde Lavoisier pide que el cumplimiento de la sentencia se postergue un par de semanas para él perfeccionar algunos trabajos científicos, el magistrado le responde que tajantemente “La revolución no necesita científicos”.
Horas después, Lavoisier camina hacia donde es la Plaza de la Concordia actualmente, hasta llegar a la guillotina, lo hizo con mucha calma y actitud digna. Después uno de sus coetáneos científicos, el matemático y astrónomo Joseph-Louis Lagrange disertó: “Sólo tardaron un instante en cortarle la cabeza, pero puede que Francia no produzca otra como la suya en todo un siglo”
Reconocimientos post mortem
- Es uno de los 72 científicos que tiene su nombre inscrito en la Torre Eiffel.
- Existe un cráter lunar que lleva su nombre, Lavoisier.
- El asteroide (6826) Lavoisier también rememora su nombre.
Un año después de su muerte, Lavoisier fue liberado de todos los cargos que se le imputaron en vida por el nuevo gobierno francés, en una carta enviada a su viuda donde decía: «A la viuda de Lavoisier, quien fue falsamente condenado».
Referencias bibligráficas
- Biografía de Antonio Lavoisier, Historia- Biografía.com, Recuperado de: https://historia-biografia.com/antoine-lavoisier/, consultado el día 20 de enero de 2020.
- Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Antoine-Laurent de Lavoisier. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/lavoisier.htm el 19 de enero de 2020.
- Antoine Lavoisier. (2020, 20 de enero). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 01:08, enero 21, 2020 desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Antoine_Lavoisier&oldid=122918086.
Fin de la biografía.