Alfonso Reyes
Alfonso Reyes: Biografía Corta
En esta biografía corta hablaremos de Alfonso Reyes quien fue un ensayista, poeta, narrador mexicano y crítico. Dejó una huella imborrable en el mundo de la cultura; llegando incluso a promover el funcionamiento de instituciones dedicadas exclusivamente a difundir el conocimiento. Su labor y legado dejaron las bases para futuros escritores mexicanos, como Carlos Fuentes y Octavio Paz. Hablaremos de su vida para honrar sus valiosos aportes a la sociedad mexicana y al mundo en general.
Vida temprana
Nació el 17 de mayo de 1889 en Monterrey, México; fue el noveno de doce hijos que tuvieron el General Bernardo Reyes Ogazón y su esposa, Aurelia de Ochoa-Garibay y Sapién. Su infancia estuvo influenciada por su padre, quien se desempeñaba como gobernador de Nuevo León; también creció inspirado entre lecturas de gran contenido y significado.
Llegó a formar parte del grupo intelectual de la Escuela Nacional Preparatoria; también llegó a participar en la fundación del Ateneo de la Juventud, en conjunto con Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso y José Vasconcelos. Esta fundación se caracterizó por su influencia cultural en pro de un México contemporáneo al mundo moderno.
Educación
Los primeros estudios de Alfonso Reyes los llevó a cabo en colegios de Monterrey; sus siguientes pasos los dio en la Escuela Nacional Preparatoria. Estudió derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, que en tiempos posteriores se convirtió en la Facultad de Derecho; allí se graduó como abogado en julio de 1913, con tan solo 24 años de edad.
Siempre se rodeó de otros intelectuales para afianzar su agudo sentido cultural y su capacidad para reflexionar sobre la literatura como filosofía universal; además de promover la cultura, algo que logró con éxito, ya que su nombre es reconocido por la enorme influencia que aportó al país y a nivel internacional.
Su pasión hacia la literatura y la cultura lo acompañaron toda su vida; tuvo la oportunidad de ser embajador en muchos países; por ejemplo, tras la muerte de su padre fue a Europa; allí estuvo en París, España y luego se fue como embajador para Argentina, después estuvo en Brasil y finalmente volvió a México.
En cada uno de los países donde estuvo se interesó profundamente en la literatura, la poesía y la cultura en general; tuvo la oportunidad de publicar diversas obras y ensayos. Alcanzó una muy respetada y plena figura de educador.
Familia e hijos
La vida amorosa de Alfonso Reyes se basa en un estable matrimonio; esta relación inició en últimos tiempos del Porfiriato en el año 1910, cuando existió un movimiento revolucionario. Luego para el año 1912, cuando Alfonso ya estaba por graduarse de abogado, se casó con Manuela Mota Gómez, con quien tuvo un hijo al que llamó Alfonso Bernardo Reyes Mota; aunque no se incluyen extensos detalles sobre este matrimonio, a doña Manuela se le reconoce como una esposa sumisa; quien fue amiga, esposa, compañera, madre y siempre estuvo dispuesta a apoyar a Alfonso Reyes en sus diferentes proyectos.
Alfonso Reyes llegó a expresar que una esposa debía «anular en torno al poeta las preocupaciones extrañas, acallar los ruidos parásitos, evitarle las materialidades enojosas, respetar y hacer respetar su sueño de ojos abiertos; y –oh dioses– llevarle el genio sin que se note demasiado». Para él, Doña Manuelita fue el amor de su vida, a quien le dedicó hermosos poemas.
Obras más importantes
Alfonso Reyes es considerado una de las personas más ilustres de México, es mucho el legado que ha dejado y describiremos sus aportes a continuación:
Don Alonso embajador
Su primer recorrido fue por Europa, allí publicó la obra “Visión de Anáhuac” en 1915; la cual se considera una de las más importantes, con una visión lúcida y poética ejemplar; que incluso es una lectura obligatoria en los cursos de cultura mexicana. Fue un promotor de la «aristocracia del pensamiento», cuya pasión era la cultura y la literatura.
Dejó una inmensa influencia en el mundo cuando viajó como embajador. En Argentina se relacionó con mentes brillantes; incluso Luis Borges llegó a considerarlo como el mejor prosista de lengua española en cualquier época; para el año 1927 lo inspiró con el manuscrito de El Aleph, por el que Borges estuvo inmensamente agradecido de por vida con Reyes.
Cuando estuvo como embajador en Brasil en el año 1933, escribió el poema “Romances del río de enero”; el cual ha inspirado a continuar este valioso legado. En México sin lugar a dudas dejó sus mayores aportes; de los cuales podemos mencionar: Cuestiones gongorinas (1927), Tránsito de Amado Nervo (1937), La experiencia literaria (1942), El deslinde (1944) y Los trabajos y los días (1946).
Su aporte en México y el mundo
En el año 1939 fue presidente de la Casa de España en México; la cual había fundado junto a Daniel Cosío Villegas y los intelectuales españoles refugiados de la Guerra Civil Española. Esta casa llegó a convertirse en el prestigiado “Colegio de México”. En ese mismo año también inició la construcción de una casa biblioteca en Ciudad de México; la cual llegó a conocerse como “La Capilla Alfonsina”, que fue el sitio donde coincidieron estudiantes, escritores nóveles y altos funcionarios.
Para el año 1940 se le nombró miembro de la Academia Mexicana de la Lengua; institución que equivale a la Real Academia Española; llegó a ser su director entre 1957 y 1959. También fue catedrático y fundador de “El Colegio Nacional”. Así mismo, en el año 1945 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Literatura y Lingüística; gracias al libro “La crítica de la edad ateniense”.
En el año 1949 Gabriela Mistral lo propuso como candidato al Premio Nobel de Literatura; sin embargo, hubo una oposición por parte del movimiento nacionalista mexicano; quienes consideraron que Reyes escribía sobre griegos más que de los aztecas.
En 1950 se le nombró doctor honoris causa en letras por la Universidad de Princeton; y en 1958 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad La Sorbona, de Francia; en este mismo año recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de California en Berkeley.
Muerte
Alfonso Reyes falleció el 27 de diciembre de 1959 en la Ciudad de México debido a una afección cardíaca; que ya le había ocasionado 3 infartos anteriores, entre 1897 y 1979. A manera de honrarlo, el presidente Adolfo López Mateos decretó un día de luto nacional; sus restos fueron sepultados en la Rotonda de las Personas Ilustres.
Vídeo sobre Alfonso Reyes
Referencias bibliográficas
Fin del artículo.
Jorge Luis Borges y Alfonso Reyes: qué los unió y qué los separó
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